Tras años de fuerte crecimiento los gigantes tecnológicos Google y Amazon están prestando atención a los costes. Según algunos comunicados de prensa, los departamentos de asistentes de voz de ambas empresas se enfrentan a despidos y recortes de presupuesto.
En Amazon, se dice que Alexa es responsable de unos 10.000 millones de pérdidas anuales. Todos los intentos de monetizar Alexa hasta ahora han fracasado. Aunque los productos Echo están entre los más vendidos de Amazon, son un negocio subvencionado. En la actual ronda de despidos de 10.000 empleados el departamento de Alexa se ha visto muy afectado.
En casa Google la situación no es mejor: actualmente Google es incapaz de adoptar un enfoque para ganar dinero con el Asistente de Google. El Asistente no lee anuncios y, por lo tanto se interponde más bien en el modelo de negocio principal de Google.
Después de años invirtiendo en la búsqueda por voz y en el hardware correspondiente, el viento en contra de la economía parece estar llevando a las grandes empresas tecnológicas a replantearse su estrategia. En los próximos años la búsqueda por voz tendrá que demostrar que sí se puede ganar dinero con ella. Actualmente el camino no está claro.
