En los últimos años, Google ha presentado periódicamente nuevos planes según los cuales las cookies de terceros debían suprimirse en Chrome, aunque ninguno de estos planes se cumplió, sino que los periodos de transición se ampliaron de forma periódica y se cambió el nombre de las tecnologías utilizadas para sustituirlas («Privacy Sandbox», «FLoC», «Topic»).
Ahora Google ha anunciado que abandona su plan de suprimir las cookies de terceros. Esto no es ninguna sorpresa después de que a principios de este año la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido ordenara a Google suspender su plan de suprimir las cookies e introducir un espacio aislado de privacidad.
En esencia, no creo que cambie mucho: Google seguirá esforzándose por mantener sus propios datos de origen lo más valiosos posible y por complicar la vida a todos sus competidores en Internet. Gracias a su dominio en navegadores (Chrome) y sistemas operativos para teléfonos móviles (Android), se encuentra en una buena posición para hacerlo. Al igual que Apple en los últimos años, Google sabrá aprovechar estas oportunidades en su propio beneficio y le dará una ventaja en la protección de datos frente al otros.