Tres años después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anulara el último acuerdo de protección de datos (Privacy Shield) entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), ya hay un sucesor. Esto vuelve a facilitar (al menos en teoría) la transferencia de datos personales desde la UE a centros de datos en EE.UU.
El abogado Max Schrems que ya anuló el Privacy Shield y el acuerdo de protección de datos que lo precedió (Safe Harbor) ante el Tribunal de Justicia Europeo, también emprenderá acciones legales contra el nuevo acuerdo. Según el abogado, el nuevo acuerdo tiene «tal vez un diez por ciento de posibilidades de no ser anulado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea».
El problema central desde mi punto de vista, es que EE.UU. siempre dará mayor prioridad a los intereses propios de sus servicios de inteligencia que a los acuerdos internacionales. Por lo tanto, el adjetivo «proporcionado» tiene efectos muy diferentes a ambos lados del Atlántico.
Por eso decidimos hace muchos años mantener todos los datos personales exclusivamente en servidores dentro de la Unión Europea.